miércoles, 29 de abril de 2009

Consejos para ahorrar energía

Ahorrar energía hoy en día es una elección obligada por dos razones fundamentales:
1) nuestros bolsillos martoriados por la crisis nos lo agradeceán.
2) nuestro planeta, y las generaciones futuras, nos lo agradecerán mucho más

El ahorro energético se puede poner en práctica de dos formas: por un lado gastar simplemente menos, por  el otro aprovechar más inteligentemente la energía que inevitablemente hay que gastar.
Probablemene el ejemplo más conocido, por su difución en los medios, del primer tipo de ahorro son las bombillas de bajo consumo. Vamos a analizarlas en detalle.
Ante todo son más eficientes de las bombillas incandescentes, pues reducen en un 80% la energía consumida.
Son más económicas, pues duran como mínimo 6 veces más que las bombillas tradicionales, y su coste se amortiza en menos de 1 año.
Finalmente son más ecológicas, puesto que reducen significativamente las emisiones de CO2.

Para tener una idea del ahorro económico que suponen las nuevas bombillas hemos preparado una sencilla tabla.

Tradicionales     Nuevas       Ahorro
40W  9W     42€
60W  11W    67 €
75W  15W    82 €
100W  20W  109 €

Aunque estos datos sean ya bastante esclarecedores, se puede sacar aún más rendimiento de las nuevas bombillas instalándolas en los puntos del hogar con más horas de encendido, pues el encendido y apagado frecuente de las mismas reduce su vida útil.

Al margen del uso de las bombillas de bajo consumo se puede ahorrar sobre la iluminación de la casa aprovechando toda la luz natural que sea posible, no dejando luces encendidas que no se estén utilizando, colocando reguladores de intensidad luminosa, utilizando tubos fluorescentes en los ambientes con mayores horas de iluminación , como la cocina, utilizando colores claros para paredes y techo.

La iluminación, sin embargo, sólo representa la quinta parte del consumo doméstico de energía. La mayor parte se la llevan los electrodomésticos y la climatización.
Con respecto a los electrodomésticos unas buenas costumbres son:
utilizar la lavadora siempre a plena carga;
ubicar la nevera en la parte más fria de la casa, si la hay;
apagar los LEDS de  todos los electrodomésticos, como explicamos en un artículo anterior;
adquirir, en la medida de lo posible, sólo electrodomésticos de clase A+.

Con respecto a la climatización lo ideal sería disponer de un hogar perfectamente aislado del exterior, tal como prevé la nueva ley de urbanística (esto ayudará también a reducir los rumores del odiado vecino). Las operaciones a llevar a cabo, sin embargo, se efectúan al momento de la construcción, así que será difícil poder mejorar este aspecto sin una reforma completa. 
Como estamos en crisis, hay que operar sobre otros factores para mejorar el aislamiento del hogar, y los principales son puertas y ventanas. Hay nuevas ventanas en comercio que presentan un doble hueco, distribuidos entre tres capas de cristal y aluminio. Esta solución tecnológica permite una diferencia térmica entre exterior e interior mucho mayor.

Una atención especial merece el uso que hacemos de la energía para calentarnos o refrescarnos, pues con 21º se mantedrá la casa caliente en invierno y con 26º fresca en verano. 
No hace falta más, porque, entre otras cosas, no es bueno tener una gran diferencia térmica entre exterior e interior, pues facilita los resfriados.
Por cada grado de temperatura se puede llegar a ahorrar hasta un 7% en la factura.

Y finalmente, para los que lo puedan permitir, la instalación de paneles solares es, sobre todo en un país como España, una maravillosa solución de ahorro energético, que se puede convertir incluso en ganacias si producimos la suficiente electricidad para que lo que nos sobre podamos revenderlo a Iberdrola, que está obligada por ley a adquirirla a un precio muy ventajoso para nosotros.
En Italia hay ya particulares que han amortizado en 5 años la inversión inicial y están ganando unos 500-800 € anuales con sus instalaciones fotovoltáicas.

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